Mostrando entradas con la etiqueta religión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta religión. Mostrar todas las entradas

El juego de la silla


Cuando el dictador dejó la silla vacía, fue el general el que la ocupó. Pero ya esperaba turno, impaciente, el clérigo. 

Una historia verdadera


Mi mayor condena es que nunca podré contar la verdad. Hay demasiada gente viviendo de mi historia.

La condena


Te utilizaron, te engañaron y, al final, no solo no te salvaste sino que te condenaron a mentira perpetua.

Nuevos dioses


Empezamos dándoles nuestro dinero. Después les metimos en nuestros gobiernos… Al final, acabaremos también por ir a rezarles.

Sacrificios


Hubo un tiempo en el que se sacrificaban personas para calmar a los dioses. Ahora, para apaciguar a los mercados, les ofrecen nuestros derechos. 

Sin respuesta


Ya no puede oír sus plegarias. Hace siglos que quedó reducido a piedra ante la imposibilidad de salvar a la humanidad.

El líder


Empezaron por maquillarle los defectos y acabaron convirtiéndole en otro. Se descubrió la mentira cuando se apagaron los focos. La decepción, entonces, fue mayúscula …incluso para él mismo.

La pregunta

Mamá, ¿éste cielo puede verlo todo el mundo desde cualquier sitio? No, hijo. Sólo aquellos que se preocupan de mirar. 

La fábrica



La religión se ha convertido en la industria más próspera desde el origen de la Humanidad. 

La Iglesia

Cuanto más cerca dicen estar de la luz, con mayor claridad podemos ver su lado más sombrío.

Fuego celestial

El olor a quemado era cada  vez más intenso. Pero la gente seguía yendo a las iglesias para rezar como si nada…

La huella

Miré al cielo y me convencí. Debe haber algún lugar en el que permanezca la huella de lo que somos y hacemos…

El salvador


Tranquilos. Yo os rescataré. Pero antes, debo dejar que os hundáis o de lo contrario, mi ayuda no servirá de nada.

Ardiendo


Cuando terminó de arder, cayó al agua y se apagó. No volvimos a vernos las caras.

La tiranía del Astro Rey


Nos hizo creer que ya era de noche y nos entregamos a la oscuridad. Hubiera bastado con levantar la cabeza para salir del engaño.

Leyendo


Desde el otro lado, podíamos intuir la luz del flexo. Había alguien leyendo...